Biografía
de Alejandro Magno.
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno fue el rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte. Hijo y sucesor de Filipo II de Macedonia y Olimpia de
Epiro. Filipo lo había preparado para reinar,
proporcionándole una experiencia militar y encomendando a Aristóteles su formación intelectual. Después del asesinato de Filipo en el
año 336 a. C. por Pausanias, un capitán de su guardia, Alejandro
tomaría las riendas de Macedonia a la edad de 20 años como resultado de una
conspiración que
es atribuida generalmente a una historia amorosa de
Filipo II (padre).
Filipo pero que se sospecha pudo ser planeada por Olimpia, madre de Alejandro,
o por los persas. Tras suceder a su padre,
Alejandro se encontró con que debía gobernar un país radicalmente distinto de
aquel que heredó Filipo II 23 años antes, ya que Macedonia había pasado de ser un reino fronterizo pobre
y desdeñado por los griegos a un territorio que tras el reinado de Filipo se
consideraba como parte de la Hélade y un poderoso Estado militar de fronteras
consolidadas con un ejército experimentado, que dominaba indirectamente a
Grecia a través de la Liga de
Corinto. En un discurso, puesto en boca de Alejandro por
Arriano, se describía la transformación del pueblo macedonio en los siguientes
términos:
Filipo os encontró como vagabundos y pobres, la mayoría de vosotros
llevaba por vestidos pieles de ovejas, erais pastores de parvos ganados en las
montañas y sólo podíais oponer escasas fuerzas para defenderos de los ilirios,
los tribalios y los tracios en vuestras fronteras. Él os dio capas en lugar de
pieles de oveja y os trajo desde las cimas de las montañas a las llanuras, él
hizo que presentarais batalla a los bárbaros que eran vecinos vuestros, de tal
modo que ahora confiáis en vuestro propio coraje y no en las fortificaciones.
Él os convirtió en moradores de ciudades y os civilizó merced al don de leyes
excelentes y buenas costumbres15
Alejandro Magno dedicó los
primeros años de su reinado a imponer su autoridad sobre los pueblos sometidos
a Macedonia, que habían aprovechado la muerte de Filipo para revelarse. Y
enseguida —en el 334 a. C.— lanzó a su
ejército contra el poderoso y
extenso Imperio Persa, continuando así la empresa que su padre había iniciado
poco antes de morir: una guerra de venganza de los griegos —bajo el liderazgo
de Macedonia— contra los persas. En su reinado de 13 años, cambió por completo
la estructura política y cultural de la zona al conquistar el Imperio
Aqueménida y dar inicio a una época de extraordinario intercambio
cultural, en la que los griegos se expandieron por los ámbitos mediterráneo. Es
el llamado Período Helenístico (323–30 a. C.) Tanto es así,
que sus hazañas lo han convertido en un mito y, en algunos momentos, en casi
una figura divina, posiblemente por la profunda religiosidad que manifestó a lo
largo de su vida.
El conquistador macedonio
falleció en circunstancias oscuras, dejando un imperio sin consolidar. El
control sobre diversas regiones era débil en el mejor de los casos, y había
partes del norte de Asia Menor que jamás se hallaron bajo dominio macedonio. Al
morir sin nombrar claramente un heredero, le sucedió su medio hermano Filipo
III (323–17), que era deficiente, y su hijo póstumo Alejandro IV (323–9).
Meros figurones, el verdadero poder estuvo en manos de sus generales, los
llamados diádocos (sucesores), que iniciaron una lucha despiadada por la
supremacía que conduciría al reparto del imperio de Alejandro y su
fraccionamiento en una serie de reinos, entre los cuales acabarían imponiéndose
el Egipto Ptolemaico, el Imperio Seléucida y la Macedonia antigónida.
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